RECOMENDACIONES
El procesador es el
componente del que depende gran parte del rendimiento de una computadora, ya
sea de escritorio, notebook o 2 en 1. Cuando un usuario se manifiesta
insatisfecho con el rendimiento de ella, es altamente probable que la elección
del microprocesador no haya sido la correcta de acuerdo a sus necesidades de
uso. Por el contrario, también sucede que quien no habrá de exigir un alto
rendimiento por parte de su PC gasta su dinero inútilmente, adquiriendo una
máquina con un chip súper potente y por ello mucho más costoso.
Por
otra parte, la evolución permanente de los procesadores y la dinámica que
imponen las marcas al denominar estos productos provocan una lógica confusión
en el consumidor promedio. Ante eso, consultamos a un especialista, Alejandro
Ulanosky, de AJ Digital Store, con el fin de describir de un modo simple las
opciones de procesadores que ofrece el mercado local de acuerdo al tipo de
usuario que habrá de utilizarlos.
Tareas
administrativas
Las
tareas más básicas de estudio o trabajo de oficina exigen un rendimiento
moderado de parte del microprocesador. Alejandro Ulanosky afirma que para este
tipo de usos pueden resultar suficientes los equipos portátiles o “todo en uno”
que cuentan con un procesador Atom de Intel, aunque no resultarán eficaces para
la generación de contenidos. Además, no ofrecen posibilidades de ampliación de
sus capacidades.
“Para
tareas administrativas, hasta los procesadores más básicos hoy resultan
bastante poderosos. Actualmente, un micro Intel Celeron Dual Core, tanto como
un G1840, que es lo mínimo que vendemos para estos fines, son dispositivos que
soportan perfectamente un Windows 10 y el software necesario”, sostiene
Ulanosky.
Dentro
de la línea de procesadores de AMD, el otro gran fabricante de microchips, la
familia Sempron es la indicada para responder frente a este tipo de
requerimientos básicos.
Respecto
a precios, una CPU completa con procesador Celeron (sin monitor) tiene un costo
cercano a los $ 6.000 en el mercado local.
Uso
profesional
Si a
las tareas administrativas habrán de añadirse otras necesidades, como
actividades básicas de diseño o correr software de gestión específicos con usos
multimedia simultáneos (por ejemplo, escuchar música o reproducir videos por
streaming), será recomendable pensar en procesadores de la línea Pentium de
Intel (de cuádruple núcleo) o subir otro escalón en rendimiento, para llegar
hasta el Core i3.
“Si
querés que la máquina te dure un poco más, yo recomendaría un Core i3, ya que
no hay una gran diferencia en precio, mientras que la diferencia en performance
es sustancial. Además, ya estamos hablando de micros con arquitectura de 64
bits, que brindan un rendimiento realmente superior”, aclara Ulanosky, y
concluye que en este caso la CPU completa rondará los $ 7.000.
Juegos
y diseño gráfico
Las
aplicaciones que mayor rendimiento exigen por parte del microprocesador son los
juegos y las tareas de diseño gráfico, render de imágenes 3D y video. “En estos
casos, sin dudas tendremos que apuntar a procesadores Intel Core i5 o Core i7,
respaldados por suficiente memoria RAM -mínima, 8 Gb- por el tema de la
renderización y la gestión de las imágenes, junto con una potente placa de
video con memoria propietaria, que ayude al procesador a trabajar más
distendido”, revela Ulanosky. El especialista añade que los equivalentes de
estos procesadores dentro del portafolio de AMD son las Series FX 8000 y FX
9000, que normalmente se combinan con placas gráficas Radeon del mismo
fabricante. Una CPU completa con procesador Core i5 ronda los $ 8.500, mientras
que una con Core i7 cuesta unos $ 10.000.
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